Estrés pre nupcial: Cómo controlar los nervios antes de una boda

Aunque lo que más deseemos sea casarnos, es posible que conforme se acerque el gran día sintamos unos nervios capaces de ponernos el estómago del revés. Sí, el estrés pre nupcial existe y mucha gente se rinde a sus garras, consiguiendo no disfrutar de los preparativos o de los días previos al enlace.


¿Qué podemos hacer para controlar los nervios antes de la boda?

No hay nada más relajante que tenerlo todo controlado. Si sentimos que tenemos demasiados frentes abiertos, hagámonos con un papel para apuntar todo lo que tenemos en danza. Después, pasaremos esa lista a un diagrama en el que dividiremos las tareas entre las que dependen de nosotros, de amigos, de familiares y de proveedores y apuntaremos qué podemos hacer al respecto para acabarlas cuanto antes. En el momento que se finalicen, tachón. Así tendemos mayor sensación de control y podremos estar más tranquilos.

Previsión, previsión, previsión. Mejor adelantar ciertos trámites a estar en el último momento con nervios. Es preferible que el vestido de novia o el traje del novio estén una semana antes en casa que se recojan el día anterior. Si organizamos todo para que los días anteriores al enlace haya poco o nada de lo que estar pendiente, mejor que mejor.

¿Qué tal un poco de deporte? No solo te ayudará a estar más en forma para tu gran día, sino que además rebajaremos el estrés y la ansiedad y estaremos de mejor humor.

Concéntrate en descansar y dormir bien. Date una ducha caliente, enciende velas, ponte música relajante, escoge tu libro favorito, pon el ambientador que más te guste… crea un espacio de relax y sosiego que te ayude a dormir mejor.

No te olvides del motivo por el que te casas. Quieres pasar el resto de tu vida con tu persona favorita. Por ello, entre tanto estrés, proponed un plan juntos que no tenga NADA que ver con las bodas y en el que esté prohibido hablar de nada relacionado con el enlace. Pasadlo bien, charrad de otros temas y ayudad a la mente a desconectar.

Lo mismo con los amigos. Si crees que tus nervios te están llevando a ser un poco monotemático, cuando quedes con alguien, hazle muchas preguntas sobre su vida, charlad largo y tendido sobre cualquier problema que tenga y relájate.

Sé consciente de que si algo se tuerce días antes, nadie lo va a notar. Si en vez de centros de mesa redondos hay cuadrados y un poco más pequeños, carece de importancia. Te gustaban los redondos, sí, pero ¿vas a dejar que un adorno de una mesa te enturbie ese día? Pasa a otra cosa, ¡nadie se va a dar cuenta!

Concéntrate en disfrutar. Solo te casas una vez con esa persona que tanto quieres, así que para de examinar, de controlar que todo el mundo lo pasa bien, de que el vino tiene la temperatura que toca o de que los niños chillan. Es tu día. Diviértete, suéltate el pelo, baila, abraza mucho y haz fotos. Es tu gran fiesta, no un examen.

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