La Navidad es uno de los momentos más bonitos del año. No tiene nada que ver con los regalos, con el dinero a gastar o con los preparativos, que a veces se eternizan. Tiene que ver con reservar cierto tiempo para estar con los nuestros y sentirnos agradecidos por ello.
Si tenemos la oportunidad de organizar una de las comidas o de cenas en nuestra casa, podemos aprovechar para engalanar nuestra mesa un poco más de lo habitual.
Las razones son muchas, pero la primera que se nos ocurre es esta. Nuestra familia o amigos llegan a casa y tienen ciertas expectativas de la comida o del ambiente, pero si se sorprenden con una mesa muy especial, se sentirán más especiales todavía.
Además, siempre insistimos en la importancia de buscar alegría y felicidad en las pequeñas cosas de la vida y ver la mesa bien vestida, a todos sonriendo, alucinando con los detalles, puede ser un buen momento a recordar.
Nos encantan los centros de velas, crean un ambiente cálido y acogedor que casa perfectamente con estos días de fiestas. Si además las combinamos con frutos rojos, bolas de Navidad, piñas y acebo, acertaremos seguro. Los elementos naturales de esta época son los compañeros perfectos para la mesa. Mirad estos adornos qué sencillos son y qué preciosos a la vez; unas piñas con lazos, acebo y canela, unas castañas y nueces… ¡Ideales!
Como veis, hay muchas posibilidades diferentes para decorar nuestra casa en Navidad según nuestro estilo y el tiempo que tengamos disponible.
Super interesante el post!!!