Ya hemos hablado en alguna ocasión de que la comunión es el primer gran acontecimiento que nuestros hijos tienen como plenos protagonistas de forma consciente. En su bautizo eran demasiado pequeños como para darse cuenta de lo que estaba ocurriendo a su alrededor, así que la comunión llega con mucha emoción tanto por su parte como por la de sus progenitores.
Es un momento especial para la familia y los amigos, que se reunen para celebrar ese gran momento de importancia dentro de la tradición cristiana y no menos tradicional es agasajar su presencia con un pequeño detalle que recuerde ese momento.
Hace años los regalos para este tipo de ocasiones eran un poco insípidos o clásicos, quedando relegados a cualquier estantería para no volver a ser mirados jamás. Quien quiere que de verdad sea un día especial, también suele buscar un detalle que marque la diferencia y que haga sonreír a quien lo recibe.
Os hemos traído ocho detalles distintos, todos pequeños, pero que esconden ese algo especial que puede crear un recuerdo muy agradable del día en el que el pequeño de la casa tomó su Primera Comunión.
¿Hay algo mejor que un dulce para hacer sonreír a alguien? Todos asociamos los dulces y las golosinas con momentos felices, por lo que no es mala idea regalar unas galletas decoradas con un diseño creado para la ocasión.
Se trata de un regalo que está muy de moda y seguro que encontráis multitud de establecimientos especializados que os harán algo a vuestro gusto, decorado como queráis.
En esta misma línea encontramos las chocolatinas decoradas. Hay muchos profesionales que adaptan los diseños a los gustos de los padres y puede constituir un recuerdo que guste tanto a los mayores como a los pequeños. Además, se puede conservar si así se desea.
Por último, en el apartado de los dulces tenemos esta opción más clásica, con botes de cristal con peladillas. se trata del clásico dulce que gustará a los más mayores y que podemos adaptar según prefiramos. Este tipo de packaging a veces es más llamativo (y reutilizable), por lo que es una opción un poco más cara.
Cambiando de tercio y dejando los dulces a un lado, ¿qué os parece obsequiar con unos jabones naturales o sales de baño artesanales? Si queremos que asocien la comunión a algo agradable, esta opción sin duda es perfecta porque el homenajeado tendrá una experiencia muy relajante dándose un baño o utilizando los jabones naturales.
Dependiendo del lugar donde vivamos, regalar un abanico es más que una buena idea. No solo por el calor que se puede pasar en el día de la comunión, ¡también por el resto de la primavera y el verano! Quien tenga este abanico tendrá algo útil y precioso con lo que recordar el día de la comunión.
Las personas que deseen un tipo de regalo más relacionado con la comunión tienen también opciones muy interesantes y bonitas. Por ejemplo, estas pulseras con una cruz y un lazo para atar son perfectas y por Internet podemos encontrar multitud de posibilidades a este respecto.
Hay pulseras más elaboradas, con motivos de la Virgen, ángeles, con cuentas de colores, tiras de cuero o de plata… Cualquier posibilidad que se ajuste a nuestro presupuesto también constituirá un regalo ideal para quien quiere reflejar el espíritu del día.
¿Qué tal unos frascos con agua bendita? Las personas más devotas y que suelen rezar en casa agradecerán este simbólico regalo con el que complementar sus oraciones.
Por último, una opción original y bonita a la vez. ¿Has pensado regalar una pequeña planta? El cactus que aparece en la fotografía no necesita muchos cuidados, pero el homenajeado puede colocarlo en su mesa de trabajo y recordar siempre la bonita ceremonia y el día tan agradable pasado entre familia y amigos.
Sin duda, hacer un regalo que se salga de lo corriente es sencillo y tendrá el efecto que deseamos; grabar en la memoria de todos el día de la Primera Comunión.