¿Cómo hacer que una pedida de mano sea inolvidable?

El mundo ya no es de los románticos. La actualidad, cruda y efímera, se lleva por delante cualquier rastro de sentimentalismo a golpe de portada de periódico en el que la corrupción, las guerras y la muerte se llevan los mayores titulares.

Pero esa no es razón para que quienes disfrutan de los momentos llenos de amor de la vida no los celebren como se merecen. De hecho, cuanto peor es la realidad que nos rodea, mayor esfuerzo es conveniente poner en las cosas hermosas de nuestra existencia.

El momento de la pedida de mano es uno de ellos. Hay parejas que acuerdan casarse y que acuden al juzgado o al altar felices por haber tomado esa decisión. Otras, en cambio, aún siguen la vieja tradición de que uno de los dos elige un momento especial y una joya para pedir a su pareja que esté en su compañía para siempre.

¿Es algo anticuado? Quizás. ¿Es hermoso? Desde luego que sí. Cualquier excusa es buena para hacer sentir especial a nuestra pareja y por ello, pedir la mano no tiene porqué ser algo chapado a la antigua, aburrido o innecesario. Puede ser un momento de amor más en la historia común de la pareja.

¿Cómo hacer que una pedida de mano sea inolvidable?

Hay que elegir un momento bueno y pensar en todas las variables. Debemos intentar elegir un día en el que nuestra pareja tenga ganas de un buen momento de ocio, ya que si escogemos un día en el que sabemos que va a estar con cansancio (un viernes después de trabajar, por ejemplo), quizás se desluzca un poco la celebración. También hay que pensar si tendremos tiempo para ir a cenar después o si justo ese día tenemos un compromiso.

Una joya siempre es bienvenida. Ya sea un reloj o un anillo, por ejemplo (¡o incluso un bolso de marca para las adictas a la moda!), siempre debe ser escogido según los gustos de la persona homenajeada. Nada de gastar mucho dinero porque sí, quizás encontremos algo que se ajuste más a lo que querría y que será más barato. Se trata de algo simbólico sobre todo.

Es importante preparar de forma disimulada a nuestra pareja de que te apetece una cena especial o un paseo romántico y que te vas a esmerar en tu atuendo. Esto es porque si resulta que al final es un día especial, tu pareja no querrá estar en chándal o con el pelo sin arreglar. Tampoco hay que ponerse de gala, pero seguro que si quiere hacer alguna foto del momento no querrá estar de cualquier manera.

– No está de más pensar un poco en las palabras que quieres decir. No hay que redactar un discurso, pero sí más o menos reflexionar sobre cómo pedir en matrimonio. Hay que tener en cuenta que es posible que la emoción del momento nos supere, por lo que es preferible algo sencillo y sincero que un gran discurso.

– Dependiendo del tipo de relación que se mantenga con la familia, puede ser bonito quedar con los más cercanos para que aparezcan de sorpresa tras la pedida para compartir ese momento de felicidad.

Ya que va a ser un día especial para recordar, mejor que el lugar en el que se celebre lo sea también. Podemos optar por un lugar familiar en el que hayamos pasado buenos momentos, como una playa, un parque o vuestro restaurante favorito. Otra opción es buscar de forma deliberada que un lugar se convierta en especial para siempre para ambos. En Nou Racó nos hemos especializado en este tipo de pequeñas sorpresas y contamos con reservados en los que la pareja puede disfrutar de intimidad para comer o cenar y dar la sorpresa.

Teniendo en cuenta todos estos pequeños detalles nos podemos asegurar de tener una pedida de mano sencilla, bonita y perfecta para ser recordada durante toda la vida.

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